En el Perú una mujer tiene el rostro desfigurado porque su pareja la golpeó hasta el hartazgo. En España otra se encuentra grave, porque el hombre de quien se está divorciando le disparo en plena calle y en presencia de su hija. Ambas mujeres se encuentran hospitalizadas. Ambos sucesos podrían no haber ocurrido si la policía hubiese hecho su trabajo.
Denuncias no atendidas

Estas mujeres, que viven a nueve mil quinientos kilómetros de distancia y que tienen historias de vida absolutamente diferentes, han sido víctimas del mismo abuso: la falta de atención policial. Tanto la peruana, Milagros Rumiche, de 20 años de edad, como la española, M.A.G.S., de 50 años, habían denunciado en comisaria que eran víctimas de maltrato y amenazas por parte de sus parejas, sin embargo, nadie les hizo caso. 

A Milagros Rumiche, la mujer desfigurada, le aceptaron la denuncia, pero la policía no hizo nada; según los efectivos de la delegación de Tumbes, donde fue atendida: "la señora sólo quería denunciar que abandonaba el hogar por incompatibilidad de caracteres". Sin embargo, ella y su madre han declarado que acudieron hasta en 2 oportunidades a la comisaria para denunciar el maltrato físico y psicológico del que Milagros era víctima por parte de su pareja, Carlos Feijoo Mogollón, pero nadie movió un dedo para investigar que ocurría y protegerla.

"M.A.G.S."por su parte, se acercó a una comisaria de Zaragoza, en España, para denunciar que era víctima de amenazas por parte de su exesposo y temía por su vida pues él poseía armas. M.A.G.S. se presentó en la delegación policial con su hija, quien tenía grabaciones telefónicas de las amenazas. Según su abogado Simón La Hoz- "la policía les dijo que al no haber habido violencia ellas no pintaban nada allí y la denuncia no se pudo hacer".

El último viernes 12 de agosto, en un centro comercial de Zaragoza, J.A.R.D, ex esposo de M.A.G.S, disparó varios tiros -ente 7 y 8 refiere un testigo- al auto en el que iban ella y su hija. La mujer se encuentra ingresada en un hospital y el pronóstico es grave, su ex esposo también se encuentra hospitalizado, y muy grave, pues después del ataque intentó acabar con su vida disparándose a la cabeza.

Ambos casos, el de Milagros Rumiche y el de M.A.G.S. son fruto de la negligencia policial. En Perú, el Ministerio del Interior ha dicho que investigará lo ocurrido y en España se hace lo propio, sobre todo, porque en 2014 la ONU condenó al Estado español por negligencia policial y judicial. Una niña de 7 años fue asesinada por su padre, sobre quien pendían más de 30 denuncias por maltrato presentadas por su exesposa y madre de la niña.

El dictamen de la ONU, emitido en agosto del 2014, condena al Estado español, "por actuar de manera negligente en la protección de una mujer, víctima de violencia de género, y de su hija, de 7 años, que fue asesinada por el padre -el año 2003- durante un régimen de visitas sin vigilancia", además, manifiesta que "la negligencia de los agentes estatales dio lugar a la muerte de la niña por no haberla protegido, a ella y a su madre, y por no castigar al maltratador y no investigar ni indemnizar a la mujer por los daños sufridos".

Luego de su separación, Ángela González, madre de la niña, recurrió ante el Tribunal Constitucional español la sentencia que permitía las visitas de su exmarido a su hija, pero el alto tribunal no le dio la razón. Más de 40 asociaciones de mujeres protestaron por la sentencia, sin embargo, nada cambió y Ángela termino perdiendo a su hija. La única instancia que ayudó a esta mujer fue la fundación Womenslinkworldwide.

Después de estar litigando durante 11 años en distintos tribunales españoles, Ángela recurrió a esta fundación, que presentó una demanda ante la ONU en septiembre de 2012. Dos años después el fallo le fue favorable y obtuvo la justicia por la que tanto había luchado. En su momento, Ángela declaró:"esto se convierte en una oportunidad para que no haya más mujeres y niñas que tengan que pasar por lo que mi hija y yo vivimos".

Pero Ángela, se equivocó. La situación de las mujeres en España -si bien es cierto, es mejor que la de nuestras congéneres en Latinoamérica- no es la más satisfactoria. En julio de 2015, la ONU presentó un informe señalando el desmantelamiento de las estructuras de igualdad de género en España. Además, señalaba: "en el caso de Ángela González, no consta que se hayan aplicado medidas reparadoras, ni que se hayan desarrollado instrumentos para que 'esto' no vuelva a pasar”.

Y al organismo internacional no le faltaba razón, en mayo de 2016, a pesar de la sentencia de la ONU, el Estado español se negó a indemnizar a Ángela González por el asesinato de su hija. "La sala contencioso administrativo de la Audiencia Nacional confirma la postura del Ministerio de Justicia y ha decidido exculpar al Estado español y negar una indemnización a Ángela González, por el asesinato de su hija a manos de su padre maltratador".

En julio de 2016 España aprobó un nuevo protocolo para la valoración policial del nivel de riesgo de violencia de género, que pretende gestionar la seguridad de las víctimas de violencia machista. Sin embargo, las negligencias policiales y judiciales se siguen cometiendo y no por falta de recursos, pues la legislación española cuenta con una serie de mecanismos para la protección de las mujeres, como es el VioGén, el Sistema de Seguimiento Integral de los Casos de Violencia de Género del Ministerio del Interior.

VioGén -sistema diseñado en 2007- se creo para afrontar la violencia de género con un enfoque preventivo y anticipativo. Según el Ministerio del Interior español, "está basado en un análisis permanente de riesgo, que analiza la peligrosidad de los maltratadores y la vulnerabilidad de las víctimas como también otras circunstancias que las rodeen. Valora pues, de manera individualizada y continuada, el riesgo al que puedan estar sometidas".

Así que la solución a la violencia de género no pasa sólo por la elaboración de leyes y de protocolos, que en España los hay a todos los niveles: policial, sanitario, social, educativo, preventivo; el problema es el factor humano. Es primordial que la policía, en todo el mundo, trate de manera adecuada las denuncias que recibe por violencia de género, de lo contrario pone en peligro a la víctima y puede perjudicarla en las acciones judiciales que se deriven del hecho.

En España, de enero a agosto de 2016, sesenta y tres mujeres han sido asesinadas


- 37 por feminicidio íntimo: el responsable es la pareja, esposo, novio, o ex de todas las anteriores, o incluso un amigo con el que la víctima se niega a tener relaciones íntimas.

- 8 por feminicidio no íntimo: aquí el asesinato es cometido por un hombre desconocido con quien la víctima no tenía ningún tipo de relación y es asesinada luego de una agresión sexual.

- 1 por feminicidio infantil: es el asesinato de una niña hasta los 14 años de edad, cometido por un hombre en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder que le otorga su situación adulta sobre la minoría de edad de la menor.

- 3 por feminicidio familiar: el asesinato se produce en el contexto de una relación de parentesco entre la víctima y el victimario. El parentesco puede ser por consanguinidad, afinidad o adopción.

- 4 por feminicidio por prostitución: el asesinato de una mujer que ejerce la prostitución, cometido por uno o varios hombres.

(4 feminicidios sin datos suficientes).

En Perú, de Enero a Junio de 2016, cincuenta y cuatro mujeres han sido asesinadas


- 44 por feminicidio íntimo: 20 de los feminicidios íntimos han sido cometidos por el conviviente de la mujer y las víctimas más frecuentes son aquellas que tienen entre 18 y 25 años de edad.

- 10 por feminicidio no íntimo

En Perú, la mayoría de mujeres maltratadas que han acudido a una comisaría a denunciar agresiones, insultos o amenazas, manifiestan la falta de interés en tomarles declaración. Lo primero que hacen es culpabilizarlas preguntándoles qué es lo que han hecho para encolerizar al maltratador, y es que en el ideario machista no se entiende que no hay nada -dentro de una relación sentimental- que amerite el ejercicio de la violencia.

Algunas mujeres refieren que en las comisarías -muchas veces- luego de endilgarles la responsabilidad por lo ocurrido, sus denuncias ni siquiera son recibidas, y si lo son, es en el marco de un documento preformateado en el que sólo cambia el nombre y datos personales de víctima y victimario. Además, afirman que aunque estén siendo amenazadas de muerte, el Estado no les ofrece refugio y tienen que volver a sus casas, al lado del maltratador. Tampoco existe una orden de alejamiento que las proteja del agresor.

Hay mucho que hacer en todo lo referente a la violencia de género que no sólo se manifiesta en el ámbito familiar y de las relaciones sentimentales, si no también, en el educativo, laboral y social. Este 13 de agosto se ha dado el pistoletazo de salida y la carrera ha comenzado, esta es una maratón y se ha de recorrer hasta el final sin desfallecer, exigiendo en cada zancada que todos nos involucremos para acabar con el maltrato y los feminicidios.

Hemos nacido para ser felices, para hacer lo que queramos, para disfrutar, para luchar, para amar, para sentir placer, para reír, para dar vida, para crear, para crecer, para hacernos un espacio donde nos dé la gana, para caminar libres a cualquier hora y por donde nos apetezca, y para poder lograrlo necesitamos cómplices, necesitamos que los hombres buenos se solidaricen y también levanten su voz. Necesitamos que la policía y la justicia hagan su trabajo. Necesitamos que, de una vez por todas, se proteja efectivamente al 49.6% de la población mundial.